domingo, 4 de mayo de 2008

Buscando la Felicidad

En su libro "La geografía de la felicidad" el periodista norteamericano Eric Weiner plantea un mapa "turístico-sociológico" de los países más felices y de los más tristes del globo basándose en los estudios del WDH, siglas de World Database of Happiness, de Rotterdam, Holanda. El WDH se dedica exclusivamente a esta "sensación" (con esa palabra se la describe en los estudios) y a todos sus parámetros.
Dicha investigación permite ver que los nórdicos, sobre todos los daneses, los islandeses y los finlandeses son los pueblos más felices de la tierra en 2008, y que los africanos habitantes de Tanzania y Zimbabwe están en el extremo opuesto.
Si bien esto no puede sorprendernos tanto, Weiner comenta entre sus conclusiones: "Me di cuenta que los nórdicos son pueblos muy homogéneos desde el punto de vista racial, además de vivir ordenadamente debido a la estabilidad de sus sociedades. Islandia, que también visité, es felíz por otros motivos. Es un país pequeño, con un gran sentido de comunidad y muy creativo: publica más libros per cápita que ningún otro país del mundo."
Otro punto que menciona, por supuesto, es el de la corrupción, prácticamente inexistente, y la inversión en salud y educación de dichos países.
Más allá de la exactitud o no del estudio, que no obstante fue refrendado por varias instituciones respetables internacionales, creo que la principal percepción que podemos claramente observar, es que las causas por las cuales unos paises funcionan y otros, como el nuestro, viven escorándose con cada golpe de ola, no son tan complejas de entender.
No hay corrupción, son estables socialmente, invierten en salud y cultura. Es decir: gobiernan.
Argentina tiene un producto anual por habitante (luego de la "gran redistribución con justicia" de la era K) de 5.300 dólares, que palidecen frente a los 28.000 de España, pero quedan totalmente humillados ante los 67.000 de Noruega.
La felicidad no es un estado de nirvana permanente. Eso es imposible en este mundo.
Pero sí hay países que son más felices que otros por el simple hecho de tener menos dolor, menos problemas, mejor estilo de vida, baja o nula corrupción y, por supuesto, mejores clases dirigentes.
Quizás, los pueblos nórdicos han encontrado la fórmula de la felicidad, y no es tan secreta como parecía.

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